Y tal vez te preguntes y, ¿esto que tiene que ver con la presión que llega a mi casa de agua?
Si recordamos el ciclo del agua, un proceso que es bastante interesante, el agua se evapora de ríos, lagos y océanos, se forman nubes en la atmósfera y cuando estas están los suficientemente cargadas y con las condiciones ideales, precipita y tenemos nuestra lluvia. Esta agua se filtra en el subsuelo y arrastra minerales, se combina en los ríos con el agua que emana de yacimientos subterráneos y aquí es donde el agua ya contiene sales y minerales que terminan llevando hasta las tomas de agua de la ciudad.
Sales de calcio y magnesio que cuando existe una temperatura adecuada terminan adhiriéndose a las tuberías y formando sarro, este sarro reduce el diámetro de las tuberías y provoca taponamientos que terminan afectando al usuario final. Parecido a nuestras “tuberías” que transportan sangre a todo nuestro cuerpo, cuando el colesterol provoca un taponamiento en las arterias y termina provocando un paro cardiaco.